San Bartolomé de Tirajana
San Bartolomé de Tirajana es el municipio más extenso de la isla, ocupando más de la quinta parte de la misma, exactamente un 21,86%. Debido a su tamaño, participa de las grandes unidades de relieve de Gran Canaria. Así, su zona cumbrera se sitúa muy cerca del Pico de las Nieves, a 1949 m de altitud. La zona que podríamos llamar de medianías, entre los 900 y 200 m, está surcada por una densa red de barrancos que, partiendo desde el interior, adoptan una disposición radial hacia el sur. Por último, la zona baja del municipio está constituida por una amplia llanura sedimentaria de irregular disposición que termina en su punto más meridional en el campo de las Dunas de Maspalomas.
Pueblos y caseríos
Los pueblos y caseríos de San Bartolomé de Tirajana ofrecen una experiencia enriquecedora que combina la belleza natural con el legado histórico de la región. Dispersos entre sus montañas y quebradas afloran pequeños caseríos blancos, de construcciones sencillas y humildes, que conservan toda la esencia de la vida rural. Con casitas de patios adornados con útiles artesanos e infinitas macetas de plantas y flores, que mantienen aún todo el encanto de la vida sencilla que transcurre al ritmo de la naturaleza. Gente noble, hospitalaria, prototipo tranquilo y sosegado de los afortunados que disfrutan de estos rincones de la isla. Estos pueblos nos hablan de sus tradiciones, de su arte, de sus fiestas y de la sencillez de su gente.
La carretera GC-60 atraviesa el municipio de sur a norte, revelando paisajes impresionantes y valores etnohistóricos únicos, como el Paisaje Protegido de Fataga y la Caldera de Tirajana. El pintoresco Caserío de Fataga, rodeado de cultivos, frutales y edificaciones tradicionales, invita a descubrir la vida rural canaria. La capital administrativa del municipio, San Bartolomé, se asienta sobre el poblado prehispánico denominado Tunte. Su privilegiada posición en el centro de la Caldera de Tirajana la convirtió en centro de las comunicaciones entre norte y sur de Gran Canaria. En su casco urbano, se mezclan estilos arquitectónicos de viviendas prehispánicas con modernos edificios públicos como el ayuntamiento, o con edificios tradicionales como la Iglesia de San Bartolomé.
Finalmente, el entorno natural del caserío de Ayacata ofrece una parada imprescindible, desde donde se pueden emprender excursiones al Pico de las Nieves y la Cruz de Tejeda. En conjunto, estos núcleos urbanos rurales son verdaderos tesoros que combinan historia, cultura y naturaleza en San Bartolomé de Tirajana.
Espacios naturales
La Villa de San Bartolomé de Tirajana participa de la red de Espacios Naturales Protegidos de Canarias en unas 10.166’5 hectáreas (46%), desde la zona del litoral, con sus lugares más representativos: Juncalillo del Sur y la Reserva Natural Especial Dunas de Maspalomas. La primera figura como uno de los observatorios naturales de aves migratorias más importante de la isla, la segunda se ve integrada por tres elementos naturales: un espacio de arenas fijas y móviles, restos de un antiguo palmeral y una laguna costera, formando un grupo natural de incalculable valor botánico y faunístico; hasta la cima más alta de las montañas, haciéndose notar algunos como: Paisaje Protegido de Fataga, monumentos naturales como los Riscos de Tirajana o el Parque Natural de Pilancones.
Oficina de Información Turística de Tunte
Dirección: Pl. de Santiago, 1, 35290, San Bartolomé de Tirajana
Teléfono: +34 928 127 378
Email: infotunte@maspalomas.com
Web: https://turismo.maspalomas.com/es
Horario: de lunes a viernes de 09:00 a 14:00 h