La Red Europea de Ciudades del Vino manifiesta su apoyo al sector vitivinícola en la Unión Europea

Rosa Melchor, presidenta de ACEVIN y, actualmente, presidenta de RECEVIN, ha firmado un comunicado dirigido a la Comisión Europea en el que se expone el desacuerdo por parte de esta asociación en cuanto a una futura norma de etiquetado del vino.

La Red Europea de Ciudades del Vino (RECEVIN), presidida actualmente por la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN) y con Rosa Melchor al frente, ha hecho llegar una queja formal a la Comisión Europea en la que expresa su disconformidad con la propuesta irlandesa en cuanto al etiquetado del vino. Esta propuesta, aprobada ya en Irlanda y que entrará vigor en este país en mayo de 2026, obliga a todas las bebidas alcohólicas a incluir en sus etiquetas advertencias sobre el riesgo que conllevaría su consumo para la salud. El hecho de que el vino se haya incluido en la lista de esas bebidas ha provocado que organizaciones sectoriales de diferentes países hayan manifestado su desacuerdo frente a la Unión Europea, y es en esa misma línea en la que RECEVIN y las asociaciones que forman parte de ella (la Asociación Española de Ciudades del Vino; la Associação de Municípios Portugueses do Vinho y la Associazione Nazionale Città del Vino) han sumado su apoyo al sector vitivinícola con el envío de una carta a la Unión Europea.

RECEVIN muestra su preocupación por la implicación que pudiera tener la nueva norma del etiquetado en la economía de los más de 1.500 municipios que pertenecen a la Red en toda Europa, especialmente en los países mediterráneos, ligados durante siglos a la producción de uva y vino. Una norma que afectaría no solo al sistema económico sino al tejido industrial y empresarial, al propio paisaje y a las tradiciones y manifestaciones culturales que configuran la identidad misma de algunos de estos países. En la carta firmada por Rosa Melchor, como presidenta de ACEVIN y de RECEVIN, se hace referencia a estos aspectos y se subraya el apoyo de otros países vitivinícolas como Grecia, Moldavia o Francia, donde, como ocurre en Portugal, Italia o España, en muchos de sus municipios las bodegas y la red de negocios que generan (como el enoturismo)son el único modo de supervivencia. Son países que no se entenderían sin esa cultura del vino, especialmente regiones como Véneto, Lombardia, Toscana, Douro, Madeira, Alentejo, La Rioja, Marco de Jerez, La Mancha, Rías Baixas o Penedès, entre otras muchas.

En esta defensa, RECEVIN entiende que es incompatible la declaración del vino como un alimento (más allá de todos los aspectos culturales ligados a él) y las implicaciones que se derivarían del nuevo etiquetado. Igualmente, sería incompatible la nueva norma con el empeño y el desarrollo de políticas encaminadas a favorecer la sostenibilidad, el mantenimiento de la población rural y el desarrollo y la diversificación económica en los diferentes territorios de los estados miembros.

Scroll al inicio