El pasado mes de julio de 2021, la Ruta del Vino de Gran Canaria se convirtió en la primera ruta certificada de Canarias y fuera de la Península Ibérica. Este hito, construido a raíz de un trabajo concienzudo y de varios años, reafirma al sector vitivinícola en Gran Canaria, que se convierte así en vanguardia del enoturismo en las islas.
Las bodegas tienen ahora ante sí el reto de liderar un producto turístico, de forma que todo converja en una serie de experiencias que aúnen el agroturismo, el turismo activo, el ecoturismo y el gastroturismo, en un elemento propio denominado enoturismo.
El sector acepta el reto y valora muy positivamente el aporte de visibilización, modernización, presencia y estructura de la Ruta del Vino de Gran Canaria.
Luis López, de Higuera Mayor, cree que la Ruta supone estar en un mercado digital donde se puede promocionar el sector en general y sus aledaños. Argumenta que “es un tipo de turismo que quiere ver sitios que no están en las rutas turísticas clásicas y está dirigido, aparte del turismo exterior, al turismo local dentro de la misma isla”. López asegura que este proyecto va a impulsar el sector vitivinícola en Gran Canaria, porque “la gente cada vez va a estar más deseosa de vivir experiencias al aire libre”. Higuera Mayor, situada en Telde, es una bodega señera del vino grancanario con varios vinos premiados.
Bodega Los Lirios es un producto turístico en sí mismo, por cómo se ha configurado a lo largo de estos años. Aparte de visitas guiadas, el establecimiento ofrece actividades como picnic y yoga en los viñedos, o rutas en bicicleta. La Ruta del Vino es un plus al destino turístico grancanario, con experiencias que van más allá del sol y la playa. “Al visitante extranjero, y también al de aquí, le atrae mucho la centenaria cultura del vino en Gran Canaria”, opina Carlota Díaz, en representación de esta bodega. Los Lirios organiza encuentros musicales, teatrales y otro tipo de espectáculos en su bochinche. Además, llevan años recibiendo turistas en su finca.
Bodega Vandama también insiste en la visibilización que proporcionará al destino y al sector. “Puede poner al mundo del vino en el centro de los intereses turísticos de los visitantes”, aduce Diego Cambreleng. Ahora mismo considera que la promoción es escasa, cosa que espera que se palie con este producto. Considera que en Gran Canaria cada vez hay más cultura del vino. Vandama está en una zona de gran tradición vitivinícola y además posee un bodegón que atrae a turistas y locales, donde se maridan sus vinos.
Cinthia Florido, de Bodega Hinojo, resalta que “cada vez los turistas demandan más conocer el mundo del vino en la isla y a nosotros nos vendrá muy bien visibilizarnos a través de la Ruta del Vino”. Sobre su experiencia enoturística explica que “teníamos visitas de pequeños grupos antes del COVID”. Cree que con más promoción bodegas como la teldense podrán ser más atrayentes para el visitante.
Desde Viña Aguayro coinciden en la importancia del proyecto para dar a conocer el mundo del vino en Gran Canaria. “El turismo que atrae la Ruta del Vino de Gran Canaria es otro tipo de público al que viene por sol, playa y fiesta”, considera Saulo Alemán. De igual forma, sugiere que la Ruta del Vino de Gran Canaria tenga una presencia fuerte en redes sociales para ganar popularidad. En cuanto a su experiencia, relata que, desde que en marzo de 2020 comenzara el confinamiento, no reciben visitas turísticas y venden su vino directamente en bodega, principalmente a locales.
Tamara Cruz, de Bodegas Mondalón, vuelve a resaltar la oportunidad de visualización que permite el proyecto. “El sector del vino es un sector con historia y con mucho futuro por delante”, sostiene. Añade que “hay muchos turistas repetidores en Gran Canaria que están descubriendo ahora el vino de la isla”. Su bodega, Mondalón, elabora un vino artesanal y cuidado que luego se ofrece en visitas y restaurantes.
La Ruta del Vino de Gran Canaria está en marcha y sigue dando pasos. Las personas más interesadas en que el vino cobre popularidad, los vitivinicultores, ven con expectación, ilusión y esperanza la nueva oportunidad. Con el turismo en proceso de recuperación y con cada vez más aprecio de un turismo diferente, de experiencia y de actividades en comunión con la naturaleza, la Ruta del Vino de Gran Canaria está en el momento oportuno en el lugar oportuno.